Calidad de Vida
Muchas veces creemos que “Calidad de Vida” es sinónimo de tenerlo todo en este mundo, sin embargo lejos
están de saber que “Calidad de Vida” solamente se encuentra cuando existe la
conexión perfecta y balanceada entre fe, razón, comodidad, amistad, servicio,
trabajo en equipo y sobre todo paz interior.
Menciono comodidad porque sin
duda alguna Dios nos ha dado la inteligencia necesaria para desarrollar todas
las comodidades en el hogar y trabajo eso si muchas veces esa comodidad nos
hace seres más haraganes y perezosos, sin embargo cuando la comodidad se vive
con medida es bien aplicada, en nuestro diario vivir.
El problema interno de vivir una
falsa calidad de vida se suscita cuando nos creemos seres invencibles y superiores
a todos, esa absurda idea de creer que uno siempre tiene la razón hace muchas
veces que a medida en que se impone una idea por necedad es el mismo tiempo
quien juzgará la condición de cada uno y entre más alto se crea estar más duro
será el golpe.
Las cosas siempre caen por su
propio peso y es ley de vida, puesto que lo que hoy sembramos mañana lo
cosechamos, así que al sentirnos un Super
Man en esta vida cuando nos demos cuenta no tendremos más amigos con quien
compartir. El trabajo se verá afectado, los mismo miembros de un equipo de
trabajo se sentirán agobiados puesto que una persona que coordina y dirige algo
por sentirse superior a los demás y que siempre se haga lo que él dice….
realmente No es trabajar en equipo, acá bajo este modelo de dirección de trabajo
lo que se vuelve es un infierno para los integrantes del grupo, pues trabajan
por miedo y no por convicción, no digamos las personas externas con quien
muchas veces discutirá y peleará, por el mismo ego que le hace creerse
superior, y esto solo generará dentro de su mismo círculo un conflicto.
Bien se dice que el líder no es
aquel que siempre tiene la razón sino el que escucha y es servidor de los demás
trabajando siempre junto a su equipo, en las buenas y en las malas.
El papa Juan Pablo II nos dice en
la Enciclica Fides et ratio, Introducción; que
la Fe no teme a la Razón. Estas son como dos alas con las cuales el espíritu
humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el
corazón de cada hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de
conocerlo a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la
plena verdad sobre si mismo!
Pero cuando somos duros de
corazón y nos llenamos de arrogancia, orgullo y terquedad es muy difícil tener
una verdadera calidad de vida, todo lo que llegue será puramente superfluo que dependerá
únicamente del tiempo y paciencia de las personas que te rodean pues te iran dejado hasta quedarte
sólo.
De tal cuenta vivamos nuestros
días haciendo bien las cosas y empezando
cada uno de ellos con una gran Paz Interior! Que lo demás viene por añadidura.